Ian McKellen... ¿En serio hay algo más que añadir? En cuanto a su capacidad, presencia y capacidad para asombrar, nada: Sherlock Holmes encarnado en un anciano de 93 años, narrando su último caso. Aquel que hizo que se retirara de la vida pública, ya sin sus amigos ni amados cercanos...
Si bien McKellen como siempre aporta lo mejor, el tono y el foco del film no están del todo claros. Presentar a un Holmes mucho más mundano, alejado del modelo que el Dr. Watson creó para él en las novelas es interesante, y presentar a un anciano Holmes investigándose a sí mismo (básicamente) podría dar mucho juego.
El caso es que nada resulta demasiado elaborado ni profundo, salvo un par de escenas. Quizás peca de sentimentalismo, y a veces uno se pregunta si simplemente no se han dedicado a salpicar el guión de alguna idea que otra aquí y allá en vez de realizar un verdadero trabajo de desarrollo.
Todo queda un poco en el aire, sin saber muy bien a qué ha venido esto o aquello otro.
Aun así, McKellen es un verdadero prodigio...
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