Esta serie publicada por Marvel Comics entre 1973 y 1977 recopilaba material original no relacionado con los superhéroes publicado en los años 50 y 60.
Llevado por mi reciente búsqueda de cosas poco habituales de autores que me interesan, encontré este comic disponible en cuyo interior se nos ofrecen cuatro historias cortas sobre extraterrestres , invasiones planetarias, extraños monstruos y un robot peligroso y muy particular (esta última dibujada por Romita Sr., fue la que me hizo buscar el ejemplar).
Ditko dibuja dos de las otras historias (una sobre guión de Stan Lee), pero lamentablemente los créditos a veces brillan por su ausencia, por lo que el resto de autores no ven reflejados sus esfuerzos creativos.
Cierto es que para el lector actual, el enfoque es muy distinto, con argumentos cuanto menos curiosos, muy ligados a la ciencia ficción que podríamos decir de serie B. Eso no limita la tremenda imaginación y las curiosas y entretenidas historias que dichos años ofrecieron a los lectores coetáneos, que aún se muestran palpables al pasar sus hojas.
Romita muestra un estilo aún por depurar y embellecer, pero con todos los fundamentos necesarios para narrar historias.
Y hasta aquí llega la curiosidad del día...
Llevado por mi reciente búsqueda de cosas poco habituales de autores que me interesan, encontré este comic disponible en cuyo interior se nos ofrecen cuatro historias cortas sobre extraterrestres , invasiones planetarias, extraños monstruos y un robot peligroso y muy particular (esta última dibujada por Romita Sr., fue la que me hizo buscar el ejemplar).
Ditko dibuja dos de las otras historias (una sobre guión de Stan Lee), pero lamentablemente los créditos a veces brillan por su ausencia, por lo que el resto de autores no ven reflejados sus esfuerzos creativos.
Cierto es que para el lector actual, el enfoque es muy distinto, con argumentos cuanto menos curiosos, muy ligados a la ciencia ficción que podríamos decir de serie B. Eso no limita la tremenda imaginación y las curiosas y entretenidas historias que dichos años ofrecieron a los lectores coetáneos, que aún se muestran palpables al pasar sus hojas.
Romita muestra un estilo aún por depurar y embellecer, pero con todos los fundamentos necesarios para narrar historias.
Y hasta aquí llega la curiosidad del día...
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