Quinta película de la saga y acierto al retomar la historia original, jugando con lo que siempre ha sido, pero dándole un toque ligeramente diferente, que hace que la esencia esté, y que la historia avance y se modifique.
Arnold, tremendo, hace gala de su facilidad para provocar la risa, con un humor lleno de contención (nunca más justificado que aquí, al ser una máquina).
Muy entretenida. Para pasar un buen ratejo.
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