No es un libro que enganche desde el principio. De hecho avancé al menos doscientas páginas sin que tuviese más que algunos fogonazos de luz típicos de Gaiman, que absorben, emocionan y son pura magia. Pero sólo eran en las pequeñas historias cortas del pasado, relacionadas con la historia principal de manera tangencial. A pesar de eso, seguir leyendo compensa, y según se avanza uno se implica, desea acompañar al protagonista y saber más de todas esas historias del pasado que llegan hasta el presente.
Gaiman termina consiguiendo un libro ganador de premios tan distintos que ciertamente parecen apuntar al hecho de que en realidad son todos esos sin ser ninguno: es al mismo tiempo y no, fantasía, terror y ciencia ficción.
Buena lectura. Pausada al principio, pero que según coge cuerpo, avanza y se te pega a la piel para acompañarte hasta el final.
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