Civilizaciones surgieron y desaparecieron sin rastro a través del tiempo. Mark Millar nos retrotrae al tiempo de los primeros gobernantes, en un mundo en el que se mezcla la tecnología más espacial y galáctica con los dinosaurios voladores más primitivos.
La trama se plantea y la acción comienza, sin demoras, tras una pequeña y efectiva introducción de la situación y de los personajes y sus motivaciones. No hace falta demorarse ni un segundo más, y con lo básico y justo para emprender todo lo que ha de venir, se lanza la historia en esta primera entrega.
Un rey y emperador como dictador y gobernante y una sociedad que recuerdan a la cultura romana en el peor aspecto (su sed de sangre en la arena) son algunos de los aspectos que salpican la trama, con la mujer de aquel como protagonista (obvio por el título), de la que partirán los motivos de que la historia eche a andar.
Por su parte, Immonen despliega su siempre hermoso, perfecto, vibrante e impecable trabajo gráfico, genial en la narrativa, elegante en el estilo, inolvidable en las caracterizaciones. En esta ocasión parece un trazo algo más sencillo pero igual de destacable.
Buen inicio
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