The Spirit: Bienvenido a Truñolandia

Pensaba yo que finalmente el debate en torno a la película sería si ha sido o no una buena adaptación respecto al comic original. Mucho me temo que no será así. La razón es que la falta de calidad del metraje es tan evidente que ese otro debate desplazará al a priori mucho más interesante de la adaptación.

No parece que el amigo Miller esté por la labor de crear una historia interesante, un guión elaborado o unos personajes creíbles e interesantes. Más bien ha optado por mezclar efectos especiales a mansalva, gracietas absurdas y mucho monólogo en voz alta para explicar tooodo lo que pasa por la cabeza del personaje principal.

Cuando acudí a la presentación de los cortos por el propio director hace unos meses creí que la cosa, si no prometía, al menos merecía la pena de contemplarse. Las expectativas muchas veces son lo mejor que tenemos. Una vez que esos trailers se unen para visionar la historia completa, demuestran que la capacidad de los responsables para extraer lo más llamativo y ofrecérselo al público es más que positiva, pero también demuestran que no es oro todo lo que reluce. Tanta estrella reunida difícilmente suele realizar grandes películas (con excepciones, claro), y suele ser un reclamo publicitario para atraer a las masas. Éste no es más que otro de esos casos. La película no engancha -salvo algún diálogo suelto-, anda escasa de talento y brillantez, y llena de tópicos y monólogos rimbombantes interminables . El propio Miller sale como personaje (prácticamente con el mismo protagonismo interpretativo que nuestra Paz Vega), y como director toma los peores vicios de los acólitos retrasados de las películas antiguas de Superman.

Lamentablemente os tengo que recomendar que ahorréis vuestro tiempo y vuestro dinero.

Una pena.

Siempre nos quedará Eva Mendes...