Uno a veces encuentra perlas en los lugares más insospechados, y además tarda en darse cuenta de ello.
El tomo de Custer, editado por Toutain en 1985, acabó en mis manos hace un par de años aproximadamente, y no fue en una librería especializada donde lo compré, sino en un de los locales de cierta franquicia donde se pueden comprar la prensa, algo de música y libros y al mismo tiempo comer o picar algo.
En un pequeño montoncito de comics antiguos y de los que uno no esperaba encontrar nada, apareció, pero no fue hasta esta semana que lo leí por completo.
Bernet se ha ido convirtiendo en uno de mis dibujantes favoritos, y como no podía ser de otra forma, realizó un estupendo trabajo con el más que interesante guión de Carlos Trillo.
Éste nos cuenta la historia de Custer, una inteligente, valiente y atractiva mujer que ha vendido
los derechos a televisión para que emita su vida al completo durante las 24 horas del día(el mismo concepto, pero bastante antes de que se pusiese de moda teleshow de El Gran Hermano y la película de El Show de Truman).
Al tiempo que se narran aspectos de su vida (su soledad y su aislamiento del resto del mundo, que básicamente se acerca a ella para aprovecharse y salir por televisión un minuto), Trillo critica duramente la estupidez y degradación de la sociedad actual: La manipulación que no sólo buscan los personajes secundarios tratando a Custer, sino también los responsables de la emisión para que los receptores en sus casas perciban lo que ellos quieran; la locura del sacrificio de los demás para adquirir influencia, fama y poder; el sacrificio de la propia vida por el éxito o la notoriedad: el egoísmo del fan con respecto al adorado y de éste con respecto a sí mismo; el borreguismo del y qué más da...
Las escenas explícitas son de una crudeza y un salvajismo que aún destaca más por el aprovechamiento y la explotación de la víctima, acentuando la crítica.
Pero por encima de todo esto, Custer es una buena historia con toques de ciencia ficción, novela negra y futurismo decadente, entrretenida y bien escrita y dibujada.
¿Se podría pedir más?
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