Es el título de la penúltima saga del Ex Machina de Vaughan y Harris, lo que en cierta forma es una paradoja, puesto que la serie al mismo tiempo que no lleva mucho tiempo en el mercado -y a punto de cumplir su tramo final- , sigue planteando el mismo esquema de capítulos anteriores. Esta similitud con lo anterior le resta fuerza a la hora de enganchar con nuevas ideas, y a la vez es su fuerte, puesto que si te ha gustado el planteamiento básico inicial de la serie, te gustará el resto.
Con el estupendo trabajo de Paul Leon - lo de Jim Lee es meramente testimonial- acompañando al habitual Harris, este nuevo tomo plantea el futuro político de Mitchell Hundred, narra otros enfrentamientos con el habitual Pherson, ahonda en la trama que implica a Kremlin y January en su intento por apear a Mithell de la alcaldía de NY y comienza a contar el origen de sus habilidades con las máquinas.
Guionista y dibujante protagonizan unas simpáticas páginas haciendo de sí mismos (lo que de vez en cuando suele ocurrir entre los creadores de comic, desde el recordado Byrne en 4F-y seguro que anteriormente, claro, pero ahora no me vienen a la memoria).
En definitiva, algo de viejo, algo de nuevo.
Lástima que se esté acabando.
Con el estupendo trabajo de Paul Leon - lo de Jim Lee es meramente testimonial- acompañando al habitual Harris, este nuevo tomo plantea el futuro político de Mitchell Hundred, narra otros enfrentamientos con el habitual Pherson, ahonda en la trama que implica a Kremlin y January en su intento por apear a Mithell de la alcaldía de NY y comienza a contar el origen de sus habilidades con las máquinas.
Guionista y dibujante protagonizan unas simpáticas páginas haciendo de sí mismos (lo que de vez en cuando suele ocurrir entre los creadores de comic, desde el recordado Byrne en 4F-y seguro que anteriormente, claro, pero ahora no me vienen a la memoria).
En definitiva, algo de viejo, algo de nuevo.
Lástima que se esté acabando.
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