
Los dos volúmenes de la adaptación de Sharazad muestran la razón de ello. En ellos disfrutamos de las famosas historias narradas en tono ilustrativo, complementándose a la perfección con el texto. Toppi juega con las luces y las sombras, las formas, los personajes y los paisajes, permitiendo al lector sumergirse en ese mundo mágico del que no se desea despertar.
Rápidamente me surgió la comparación formal con un Gustav Klimt en blanco y negro, aunque esto solo es una faceta de su trabajo.
También podemos disfrutar de sus colores en unas pocas historias, si bien el grueso es en blanco y negro.
Tendré que hacerme con más de sus trabajos.
2 comentarios:
GRANDE Toppi. MUY Grande!!!
Me alegro que te gustara.
Y yo de que lo comprases,jejej
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